Demuestra la existencia de una estructura de capital óptima, capaz de maximizar el valor de la empresa.
A medida que la empresa va aumentando su nivel de endeudamiento, también aumentan los beneficios fiscales asociados al endeudamiento, además de poder tener mayores beneficios con el apalancamiento financiero, lo que lleva a la empresa a aumentar sus resultados y, de este modo, su valor