"Otro aspecto interesante de la construcción de sus pueblos fue el sentido de su organización. Tenían casi todos ellos una impresionante simetría, de cuadras rectangulares; de calles tan rectas, tiradas a cordel; de plazas, casi siempre en el centro del poblado, donde invariablemente construían el templo, la casa consistorial, la casa parroquial y a veces la cárcel, que frecuentemente permanecía vacía con tres o cuatro condenados por delitos menores..."8 Santa, E; 1994, pág 28.