Con esta técnica, además de fomentar la creatividad, profundizaremos en el tema a tratar mediante un análisis minucioso de éste. utiliza la metáfora de ponerse o quitarse sombreros de diferentes colores: blanco, rojo, negro, amarillo, verde y azul. Cada color representa una actitud que debemos tomar y defender cuando nos colocamos en la cabeza, imaginaria o realmente, ese sombrero.
Sombrero blanco
Al usarlo nuestra mente debe comportarse como un ordenador, manejando hechos y cifras, y actuando de manera neutral y objetiva, sin interpretar ni opinar nada al respecto.
Sombrero rojo
Es lo opuesto al blanco. Se refiere a las emociones, sentimientos y aspectos no racionales del pensamiento. Permite expresar todas las intuiciones, presentimientos, etc., sin necesidad de justificar ni explicar lo que se siente.
Sombrero negro
Representa el lado lógico y crítico. Deja de lado la creatividad y los aspectos más generativos y constructivos del pensamiento. Debe ser un pensamiento lógico y veraz, pero no tiene por qué ser justo.
Sombrero amarillo
Representa el lado positivo y optimista. Es el pensamiento constructivo que siempre ve los beneficios de algo. El sombrero amarillo permite expresar ese optimismo, pero debe hacerse aportando argumentos y explicando las razones de ese optimismo.
Sombrero verde
Es el pensamiento creativo y lateral. Se encarga de las nuevas ideas, nuevos conceptos y nuevas percepciones, del cambio. Debe desechar viejas ideas y generar otras nuevas.
Sombrero azul
Debe organizar el pensamiento y dar las instrucciones necesarias para pensar y controlar al resto de sombreros. El azul sugiere distancia, tranquilidad y autodominio, pero también es el color del cielo, que está por encima de todo.