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Ritmos de alimentación y sueño (Ritmo de alimentación: (El ciclo de…
Ritmos de alimentación y sueño
Ritmo de alimentación:
El ciclo de alimentación que experimentan los bebés es de unas tres horas aproximadamente. Es decir, en teoría cada tres horas los niños se despiertan, lloran, son alimentados y vuelven a recaer en un sueño profundo.
El bebé va madurando, hasta ser capaz de esperar un poco antes de cada toma de pecho o biberón. La madre o el padre podrán ir aumentando este tiempo necesario de espera, hablando, cantando o jugando con su bebé.
Sueño:
Los bebés duermen durante la mayor parte del día. Si bien es cierto que los neonatos y los bebés de pocos meses duermen mucho más tiempo que un adulto.
La variabilidad individual de cada bebé juega un importante papel en el descanso de los padres.
A pesar de que todos los niños van adoptando progresivamente los ciclos típicos de un organismo adulto, el ritmo de maduración de cada niño es diferente.
Finalidad del llanto:
La finalidad del llanto es la de restablecer el equilibrio hemostático del bebé. La hemostasis puede entenderse como la capacidad de mantener el sistema estable frente a las continuas perturbaciones.
La actuación de los padres o cuidadores ante el llanto del bebé cumple un importante papel en el proceso de desarrollo infantil.
La capacidad de inhibir una respuesta pertenece a un orden jerárquico posterior a la capacidad de reacción o excitación y necesita de una cierta maduración.
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Las alteraciones que hemos descrito afectan al sistema parental y lo vuelven mucho más vulnerable.
De esta forma, frente a cualquier perturbación, incluidas las intrínsecas, el niño manifestaría una dificultad por inhibir sus impulsos y su umbral de resistencia al llanto decrecería considerablemente.
Ante estos episodios de llanto es crucial que los padres:
Descarten, ante todo, una posible enfermedad de su hijo. 2. Busquen las estrategias de consolación que calmen más a su bebé. 3. Comprendan la naturaleza del llanto del bebé
La larga espera ha terminado, el niño ya ha nacido. La madre está exhausta por el esfuerzo realizado y la tensión acumulada ante un acontecimiento tan importante.
Melancolía, cansancio y depresión posparto:
En estos casos, la madre se siente triste, está llorosa, ansiosa y tiene dificultades para dormir. También puede estar irritable y malhumorada.
Generalmente tales síntomas se deben a un estado de cansancio y a los reajustes hormonales que la madre está experimentando y se alivian si las madres descansan y reciben ayuda con el cuidado del bebé.
Todas las mujeres se sienten tristes, cansadas y ansiosas en algunos momentos durante los primeros meses tras el alumbramiento.
Interacción madre-hijo y depresión posparto:
La depresión posparto afecta no sólo al bienestar de la madre, sino también al recién nacido. En estos casos, la responsabilidad del padre en la crianza del niño es fundamental, tanto para aligerar a la madre de sus cargas como para compensar la ausencia de sensibilidad materna
Los factores causales se relacionan, directa o indirectamente, tanto con el cansancio como con la responsabilidad parental.
