Esta acción por parte de Austria es considerada el detonante de la guerra de los Siete Años. María Teresa I contaba con el apoyo de Sajonia, Rusia, Suecia y Francia para declarar la guerra a Prusia y Gran Bretaña. Prusia estaba rodeada por enemigos, y ante la certeza de que sería atacado, el rey Federico II el Grande decidió adelantárseles.
En el otoño de 1756, sin previa declaración de guerra, el Ejército prusiano invadió Sajonia y ocupó aquel territorio; luego penetró en Bohemia, pero fue vencido por los austríacos en la batalla de Kolín; por esta causa, se vio obligado a abandonar ese país