Al término de la guerra, los diversos profesionistas que trabajaron juntos en la solución de estos problemas, motivados por los buenos resultados y por la demanda de la industria bélica, crearon agrupaciones que se dedicaron al estudio científico de los problemas del trabajo surgidos de la compleja interrelación Hombre-objeto-entorno, creándose en Inglaterra, la mencionada Sociedad de Investigación Ergonómicas, en Estados Unidos la Sociedad de Factores Humanos, y en la Unión Soviética se crearon cátedras y laboratorios de Psicología Ingenieril.