Liconsa, el programa dirigido más antiguo del país. La evidencia disponible ha mostrado consistentemente que el programa no beneficia prioritariamente a la población en condiciones de pobreza alimentaria, la población objetivo natural para un programa de apoyo nutricional.
Cuando se observó esto en una de las evaluaciones anuales recientes del programa, las autoridades decidieron finalmente tomar medidas ante esta evidencia, pero no reformando sus mecanismos de focalización, sino las reglas de operación del mismo: simplemente cambiaron la población objetivo de pobreza alimentaria a pobreza de capacidades, mejorando así su puntería con la simple (y venerable) maniobra de mover el blanco.