No perder de vista el objeto de la auditoría cuando se llegue a las conclusiones y recomendaciones finales, ponderar las soluciones que se propongan para hacerlas prácticas y viables, explotar diferentes alternativas para inferir las causas y efectos inherentes a los hallazgos, y traducirlas en recomendaciones preventivas o correctivas, según sea el caso, homogenizar la integración y presentación de los resultados, para que exista coherencia entre los hallazgos y los criterios para su atención.