¿Qué frustra al estudiante en línea?

Una vez delimitadas las áreas susceptibles de originar situaciones problemáticas, veamos las acciones o carencias específicas para cada uno de los agentes

El propio estudiante

Albergar unas expectativas irreales

No participar en actividades colaborativas

Matricularse en un curso que no responda enteramente a sus objetivos

Desconocer los canales de ayuda

No tener estrategias y destrezas adecuadas a la formación en línea

No tener en cuenta el coste económico añadido

No disponer de suficiente tiempo

El docente

No dar respuesta o dar respuesta tardía

Ser excesivamente rígido

Tener una presencia esporádica o nula en el aula

No mostrar cercanía

No mostrar claridad en las indicaciones

Contribuir a la sobrecarga del estudiante

No haber sido estudiante en línea

No fomentar la interacción y la colaboración

La institución

No tener organizado el curso

No ofrecer un servicio de orientación y ayuda al estudiante

No ofrecer una «formación preliminar» al estudiante

Contribuir a la sobrecarga del estudiante

Ofrecer expectativas irreales al estudiante (o aceptarlas)

No tener en cuenta la situación del estudiante

No proporcionar la adecuada capacitación al docente en línea

Establecer trámites administrativos complicados

Ofrecer una ayuda técnica deficiente

En el paradigma formativo de la formación en línea, por la importancia de la propia implicación y pro actividad del estudiante, así como por las situaciones comunicativas y de aprendizaje en colaboración en las que se implicará, el estudiante en primer lugar debería procurar prevenir o evitar ciertas acciones inadecuadas o carencias por su parte