Las capacidades bien engrasadas, los recursos establecidos, la estructura organizativa, las métricas y las recompensas favorecen el negocio heredado de una empresa y, naturalmente, los empleados omitirán las actividades que sean familiares, directas y que produzcan resultados predecibles.
El mantenimiento de los trenes que operan en el negocio principal es necesario para el éxito, pero estas actividades de rutina generalmente se cuidarán sin necesidad de priorizarlas a nivel corporativo.