Durante la entrevista, conviene que el auditor no se comprometa definiéndose o haciendo recomendaciones, aún cuando se sienta inclinado, en principio, a favor de lo que se le esté diciendo; habrá de comprobar los puntos dudosos haciendo preguntas, las respuestas a las cuales tal vez necesiten ser estudiadas posteriormente. Siempre que sea posible, deberá respaldar las notas que tome, con formas, informes, etc. Las cuáles pasarán a formar parte de sus papeles de trabajo.