Los conflictos inventados, igual que ocurre con los imaginarios, no son reales. Ahora bien, a diferencia de éstos, existe una intención por parte de alguna de las partes que, generalmente, quiere sacar algún beneficio. Esto hace que buena parte de este fenómeno sea en realidad manipulación
Por ejemplo: una persona que simula un accidente para que el seguro le pague la reparación de un golpe trasero que ocurrió porque él mismo le dio a un poste de iluminación cuando daba marcha atrás.