En 1869, Galton, discípulo de Darwin, publica una obra — Hereditary Gerxius — en la que, mediante la aplicación de métodos genealógicos intentó demostrar que la inteligencia se transmitía por vía hereditaria. Para describir los grados de semejanza entre individuos, no sólo ideó algunas «pruebas psicométricas» para hacer discriminaciones sensoriales, motrices y de otros procesos psíquicos elementales, sino que ideó también una serie de procedimientos estadísticos sencillos, principalmente en relación con problemas de distribución y de correlación, que los aplicó a los resultados de sus trabajos experimentales.