Al mismo tiempo, el mercado bursátil en México registró sus primeras operaciones de compraventa alrededor de 1859, sin embargo, el mercado de valores es más sensible que la banca con relación a los conflictos y la inestabilidad política. La Bolsa de México, como tal, es impulsada por la política económica de Porfirio Díaz quien considera que es un instrumento imprescindible para atraer a capitalistas extranjeros y con ello impulsar la modernización del país.
Para 1895 el secretario de Hacienda Limantour tomó decisiones acertadas, entre ellas decretó una conversión forzosa de toda la deuda externa, renovó el mercado de valores, llevando a la constitución de la Bolsa Mercantil de México en octubre de 1895. (Moreno, 2017).