Con respecto a su carácter dimensional, gracias a los rasgos, es posible ordenar a los individuos.
Es decir, a mayor puntuación en un rasgo, mayor probabilidad de ocurrencia, mayor frecuencia, mayor intensidad de respuesta y por tanto mayor número de conductas indicativas. Gracias a los autoinformes, a los cuestionarios y a la observación, se pueden obtener éstos.