El diagnóstico habitual de un amplio abanico de síntomas, que incluían desfallecimientos, insomnio, retención de fluidos, ansiedad, irritabilidad, fantasías sexuales, pesadez abdominal, espasmos musculares, respiración entrecortada, irritabilidad, fuertes dolores de cabeza, pérdida de apetito y «tendencia a causar problemas», y la paciente es enviada inmediatamente a recibir un masaje relajante, estimulación manual de los genitales de la mujer, en esa época denominado «paroxismo histérico».
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