No es necesario decir que la mejor forma que tenemos de evitar averías eléctricas, como ocurre con cualquier tipo de averías, es conseguir siempre un buen mantenimiento de nuestras instalaciones eléctricas, riguroso y continuado en el tiempo. Un buen mantenimiento evitará averías, y en consecuencia reducirá la cantidad de las mismas, pasando solo a estar expuestos a averías que no podemos controlar, ya que se deberán a algún fallo imposible de prever, con lo que disminuiremos las posibilidades de averías, y este ya es un gran logro.