Los atributos físicos forman la naturaleza, la esencia objetiva del producto, y por ello dependen directamente del departamento de producción. Aunque depende del producto en cuestión, son atributos físicos la composición y los materiales y mecanismos que condicionan la duración, la resistencia y la utilidad del producto, así como las cualidades organolépticas como color, sabor, duración o resistencia. Al formar parte de la naturaleza del producto, la modificación de los atributos físicos es complicada. Así, es importante saber la opinión que tiene el mercado de ellos y si su modificación se valoraría de forma positiva de manera que ésta supusiera una ventaja diferencial frente a la competencia. Casos rentables de manipulación de atributos físicos son el café descafeinado, la leche desnatada o las mandarinas sin pepitas, llamadas clementinas. Como ejemplo menos exitoso podemos hablar de las sandías cuadradas, cuyo elevado precio no ha superado las ventajas que reporta su forma para el consumidor y no ha permitido introducir esta innovación de forma satisfactoria en el mercado.