Este baño es llamado iluminación porque quienes reciben esta enseñanza (catequética) su espíritu es iluminado..." (S. Justino, Apol. 1,61,12). Habiendo recibido en el Bautismo al Verbo, "la luz verdadera que ilumina a todo hombre" (Jn 1,9), el bautizado, "tras haber sido iluminado" (Hb 10,32), se convierte en "hijo de la luz" (1 Ts 5,5), y en "luz" él mismo (Ef 5,8)
Jn 1,9
La Palabra era la luz verdadera
Que ilumina a todo hombre,
Viniendo a este mundo
Hb 10,32
Traed a la memoria los primeros días en que,
después de ser iluminados,
hubisteis de soportar un duro y doloroso combate
1Ts 5,5
pues todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día.
Nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas
Ef 5,8
Porque en otro tiempo fuisteis tinieblas;
mas ahora sois luz en el Señor.
Vivid como hijos de la luz;