Es el sistema constructivo más aprovechado y conocido, y también es uno de los más antiguos. Las obras obtenidas mediante este sistema son sólidas, resistentes, con alta durabilidad y practicidad.
Se basa en la construcción de muros portantes realizados en diversos materiales, entre los que destacan ladrillos, bloques, piedras y hormigón armado. Además de los muros portantes se elevan los de mampostería, es decir, divisiones de la obra que no soportan el peso de la estructura; estos también pueden ser elaborados en diversos materiales constructivos, incluyendo los mencionados y también ladrillos portantes, aunque no suelen ser realizados con hormigón armado, por su peso.