Los prejuicios tendrían una doble dimensión: de una parte emotiva dando lugar al rechazo de quienes no forman parte del propio grupo y que son considerados sucios, desagradables y, en última instancia, impuros, un rechazo que puede variar desde la simple evitación (racismo o xenofobia más o menos inconsciente) hasta la persecución, el exterminio y el genocidio. De otra, una dimensión cognitiva, resultado de los estereotipos que hacen percibir sesgada y unidimensionalmente a los miembros del exogrupo, privados así de cualquier individualidad. En uno y otro caso se acepta que los prejuicios general actitudes discriminatorias hacia minorías étnicas, religiosas, culturales o de otro tipo. En todo caso, las relaciones exactas entre prejuicios, estereoti.pos y representaciones o mapas mentales no están del todo clarificadas