La meta última del tratamiento es incrementar el potencial humano a través de un proceso de
integración. Por tanto, la primera entrevista se centra en detectar conflictos (atendiendo a las angustias,
verbalizaciones o conducta no verbal del paciente), los que adoptan una pauta de identificación alienación. Es decir, el paciente se identifica con muchas acciones, ideas y emociones pero dice violentamente no, a otras. La integración requiere de una identificación con todas las funciones vitales.
Considerando estas ideas podemos pensar que frente a cada paciente el observará al organismo
en su totalidad. Atenderá a los desordenes de personalidad sin centrarse en ellos, observará sus
angustias, conflictos no percibidos, sus disociaciones y gestalt completas e incompletas pudiendo
determinar en que punto del continuo apoyo ambiental-autoapoyo o bien, en cual de las cinco capas de
neurosis se encuentra la persona