Jesús conocía lo grave que era el pecado que la Adúltera había cometido, pero aun así la perdono, eso nos enseña una gran lección de compacidad, ya que sabía que podía alcanzar la redención de sus faltas, porque las mujeres pueden amar mucho. Jesús nos demostró como hay que tratar a una mujer, con delicadeza, ternura, compasión, y con amor.