El rigor del código, que contemplaba penas muy severas aun para infracciones menores, dio origen al adjetivo draconiano, el cual hace referencia a una ley, providencia o medida extremadamente severa; sin embargo, y pese a la duradera asociación de su nombre, Dracón fue autor sólo de una muy pequeña parte de estas normas, centrándose al parecer, en el Derecho común, y las penas contra el homicidio, como forma de terminar con las venganzas familiares. Según la Suda, el descontento popular con el código draconiano fue tal que hubo de exiliarse a Egina, donde murió.[cita requerida]