Olvido y memoria pueden ser pensadas como dos caras de una moneda. Pienso que se los puede conceptualizar como el resultado de la utilización de dispositivos o tecnologías concretas y localizadas. El sistema de anotación del protagonista puede ser un dispositivo de la memoria, que a su vez, no es menos importante como tecnología de olvido. Sus decisiones respecto de qué registrar y cómo hacerlo, y a su vez, qué no será registrado, dependen de ello. A partir de esto el debe interpretar (construir) en cada momento la verdad de su situación. Aún así, frente a cada escena hay decisiones muy personales, subjetivas, irreductibles a la propia singularidad –expectativas, deseos, motivaciones, inclinaciones- que hacen que en cada situación interprete su propio sistema de registro. (Di Fino)
Esas dos caras de la moneda son dos extremos... Funes y Leonard/Jankins... Recuerdo absoluto y olvido eterno... No se puede relatar la "verdad" desde ninguna de las dos posiciones. En Funes, el lenguaje implica agregación, sumativa de "anotaciones". En el protagonista del film, cada 'interpretación', al ser olvidada, desagregada, podría decirse, impide la cohesión de la trama. (Dermit)