La presencia de los personajes más identificados con la Falange (como es el caso de su presidente, Ramón Serrano Súñer, cuñado de Franco y llamado popularmente el «Cuñadísimo») fue importante hasta que la derrota de las potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial los llevó a un papel más secundario. Dentro del gobierno, desempeñaron las carteras sociales, como el Ministerio de Trabajo, el de Vivienda y el de Agricultura, además del Ministro-Secretario General del Movimiento (miembro nato del gobierno, aunque sujeto también a la designación por parte del Caudillo). En el primer franquismo alcanzaron un 37,9 % de los ministerios y un 30,3 % de los altos cargos de la administración. Un ejemplo notable fue José Antonio Girón de Velasco, el ministro más joven (30 años) y uno de los que duró más en el gobierno (1941-1957). Otro nombre destacable fue José Luis Arrese.7 También hubo «aperturistas» procedentes de la familia azul, como el que finalmente llevó a cabo la transición democrática, Adolfo Suárez. Esa pluralidad se podía observar en las publicaciones afines: el diario El Alcázar (que tras distintas orientaciones, desde 1968 expresó las opiniones de lo que se denominó el «búnker», la derecha más extrema), el oficialista Diario Arriba y el más aperturista Diario Pueblo (cercano a los sindicatos verticales y dirigido por Emilio Romero).