La felicidad no deriva sólo de una vida placentera. Es uno desus componentes y, probablemente, no el más importante. La percepción de bienestar y crecimiento personal tiene más que ver con llevar adelante una vida significativa, es decir, una vida de entrega a objetivos transpersonales que vayan más allá del yo, con relaciones sociales relevantes y cuidadas, y con un proyecto de vida claro respecto del sentido que se está construyendo.