Lo practican aquellas personas que consumen los alimentos sin cocinar, no procesados y orgánicos, en un rango desde 60% hasta un 100% de su dieta diaria. Dependiendo del tipo de estilo de vida y resultados deseados, las dietas crudistas pueden incluir una selección de frutas crudas, frutos secos, semillas, huevos, pescado, huevas de pescado como el célebre caviar, carne y productos lácteos no pasteurizados o no homogeneizados como la leche fresca, queso fresco y yogurt fresco. La mayoría de los crudívoros sostienen que cuanto más crudista sea una dieta, más beneficiosa es para la salud; sin embargo, la inmensa mayoría de los crudivoristas también son vegetarianos pues sienten aversión por el consumo de productos crudos de origen animal.