Como segundo caso, supongamos que se establece el criterio de aplicación para una nueva palabra, digamos «tego»; específicamente, la proposición «este objeto es tego es verdadera si, y sólo si, el objeto es cuadrangular» [...]. Entonces diremos: la palabra tego es sinónimo de la palabra «cuadrangular» y no consideraremos como admisible que aquellos que la utilizan nos digan que, sin embargo, ellos querían «significar» con ella algo más que «cuadrangular»; [...] Replicaremos que después de que este criterio de aplicación ha sido fijado mediante la precisión de sinonimidad de tego = cuadrangular no tenemos la posterior libertad para «significar» esto o aquello con el vocablo.”