Considerando todo lo anterior esto es parte de la realidad que se vive en el interior del aula de clases, los maestros deben empezar con sus propias actitudes, conductas donde se manifieste el interés que tiene por la asignatura, en cosas tan sencillas como: llegar temprano, asistir y preparar la clase. Así los estudiantes, podrán ver en su profesor comportamientos que muestren que es importante para él, las actividades académicas que se dan en el salón de clases serán entonces de atracción e interés de los alumnos.
Debemos motivar a nuestros alumnos a mejorar, también como docentes debemos hablar con los padres para que no pierdan de vista a sus hijos y así no abandonen la escuela. Debemos terminar con este problema de la falta de interés.