Las subestaciones eléctricas pueden ser clasificadas en función de su nivel de tensión, en función de su aparellaje (convencional o blindada), su ubicación (rural o urbana) y su configuración (número de barras, bypass, transferencia, barras partidas o número de interruptores). Una subestación cuyo aislamiento es el aire o convencional, conocidas como AIS (Ais Insulated Swithgear), es aquella en la que el aislamiento a tierra y los conductores de base la proporciona de forma principal el aire a presión atmosférica. Las subestaciones blindadas o aisladas en gas, conocidas como GIS (Gas Insulated Switchgear), son las que se encuentran bajo envolvente metálica aislada en algún gas, fundamentalmente hexafluoruro de azufre SF6. Ambos tipos de subestaciones pueden existir en instalaciones interiores dentro de una edificación, o bien exteriores a la intemperie, dependiendo del diseño que presenten para soportar las condiciones climáticas externas. Por otro lado existen las subestaciones con tecnología híbrida, conocidas como HIS (Highly Integrated Switchgear), que combinan la tecnología de las subestaciones AIS y GIS. Para definir la tecnología a usar se realiza en función de las necesidades eléctricas, ubicación (urbanas o rurales), circunstancias medioambientales (impacto ambiental, contaminación y climatología), espacio disponible y costes. Por norma general la tecnología GIS y las instalaciones de interior son las más caras.