Los comunicadores utilizan mensajes negativos basados en sentimientos como el miedo, la culpa y la vergüenza para lograr que la gente haga cosas o deje de hacerlas. Los mensajes son más persuasivos cuando discrepan de manera moderada con las creencias del público. Los comunicadores utilizan también mensajes emocionalmente positivos basados en el sentido del humor, el amor, el orgullo y la alegría. Los dispositivos motivacionales o de “intereses prestados” se emplean con frecuencia para captar la atención y aumentar el involucramiento con un anuncio. Sin embargo, las tácticas para captar la atención también podrían desvirtuar la comprensión, agotar rápidamente su acogimiento o restarle importancia al producto. Así, descifrar la manera de sobresalir entre la confusión y transmitir el mensaje deseado constituyen todo un desafío.