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Different styles for different needs - The effect of cognitive styles on…
Different styles for different needs - The effect of cognitive styles on Idea Generation
Los estilos cognitivos (por ejemplo, Kirton, 1976) han demostrado ser buenos predictores de la creatividad más allá de los atributos personales (por ejemplo, Harrison y otros, 2002).
La capacidad de generar un gran número de ideas (fluidez) podría ser útil para innovaciones que no se basan en un solo descubrimiento o invención.
Estilos cognitivos y resultados creativos.
Los estilos cognitivos son la forma preferida de un individuo de recopilar, procesar y evaluar información (Hayes & Allinson, 1994; Puccio & Grivas, 2009).
Un enfoque para comprender y medir los estilos cognitivos que ha recibido una atención considerable en la literatura se basa en la Teoría de adaptación-innovación de Kirton (1976, 1994, 2003).
Postula que las personas resuelven problemas y desarrollan soluciones de diferentes maneras.
Las personas pueden ubicarse en un continuo bipolar que va desde la adaptación a la innovación en tres estilos cognitivos: originalidad, eficiencia y gobierno de reglas.
La originalidad: Los innovadores en este estilo no se preocupan por las estructuras de paradigma, sino que proliferan las ideas, mientras que los adoptantes en este estilo operan dentro del paradigma prevaleciente y prefieren producir menos ideas sólidas, útiles y relevantes
La eficiencia: Los innovadores en este estilo prefieren aflojar la estructura y eliminar los detalles, mientras que los adaptadores se preocupan por la precisión, la fiabilidad y la atención al detalle.
El gobierno de la tercera regla: el adaptador, se adapta bien a la configuración organizativa ya que tiene el debido respeto por la autoridad y las reglas, mientras que el innovador es un
rompe reglas, que desafía o al menos ignora las reglas y estructuras existentes.
Miron-Spektor et al. (2011) asume que solo el estilo de originalidad está asociado con la generación de ideas, mientras que los estilos de eficiencia y gobierno de reglas están asociados principalmente con la implementación de ideas.
Dos defectos en la literatura pueden ser la razón de estos hallazgos inconsistentes que se refieren no solo a la contribución del gobierno de la regla a la generación de ideas.
La primera deficiencia (analítica) es el análisis casi exclusivo de las correlaciones de orden cero (por ejemplo, Isaksen y Puccio, 1988), que no tiene en cuenta la correlación de confusión entre los estilos, lo que resulta en una estimación sesgada de la correlación entre cualquiera de los Estilos con una variable de resultado.
La segunda deficiencia (temática y metodológica) es el desconocimiento de una de las premisas centrales de Kirton. Kirton basa en su teoría A-I que las diferencias en los estilos cognitivos explican cómo los individuos prefieren producir ideas.
El primer estilo creativo, la originalidad, diferencia entre la suficiencia de la originalidad por un lado y la proliferación de la originalidad por el otro
Las personas que tienden a la suficiencia de la originalidad prefieren producir menos ideas que pretenden ser vistas como sólidas y útiles.
Las personas que tienden a la proliferación de la originalidad prefieren proliferar ideas con poco respeto por las estructuras prevalecientes y al aceptar que gran parte de su producción de ideas puede ser descartada siempre y cuando uno o dos salgan bien.
El estilo cognitivo "gobierno de reglas" distingue entre estructuras de gestión conformes a reglas y de ruptura de reglas (Kirton, 2003).
El gobierno de reglas abarca las operaciones dentro de políticas, teorías, convenciones y consensos.
Las personas con una tendencia a romper las reglas son menos receptivas a las presiones para ajustarse y están dispuestas a provocar cambios desafiantes e inesperados (Kirton, 2003).
Mientras que los conformistas están preocupados por la cohesión, los que rompen las reglas están dispuestos a resolver problemas y desarrollar ideas a costa de la cohesión de la regla y el grupo
los individuos que promueven ideas originales deben estar dispuestos a romper hábitos y preferencias por prácticas familiares, y arriesgarse a perder la cohesión, es decir, a romper reglas.
Las ideas son la materia prima necesaria para la innovación.
La obtención de ideas con el potencial de innovación de sus empleados puede servir como una fuerte ventaja competitiva para las organizaciones.
Investigaciones anteriores sugieren una relación positiva entre la cantidad de ideas producidas con su originalidad