En el ámbito del lenguaje los medios ejercen una gran influencia. Ellos son los responsables, por ejemplo, de la difusión de numerosos extranjerismos. Por ejemplo en cualquier retransmisión deportiva podemos escuchar play off por eliminatoria, break por rotura de servicio, tie break por desempate, pressing por presión...; y sin los medios de comunicación no cabría pensar que en español se hubieran aclimatado términos como fútbol, penalti, córner, pívot, surf... Del mismo modo, a ellos se debe la difusión de muchas palabras o expresiones que se apartan de la norma: reportar en lugar de informar, recepcionar en lugar de recibir, entreno en lugar de entrenamiento, ganar de siete puntos en lugar de ganar por siete puntos, en orden a en lugar de para.
Pero, a la vez, su capacidad para llegar a todos los rincones y a todas las capas sociales contribuye a homogeneizar el lenguaje y, por tanto, son un factor que evita la fragmentación del idioma.