la identificación de las causas de los fallos y la de la eliminación de las mismas. En la industria, de forma generalizada, se presentan fundamentalmente dos modos de fallo que pueden llegar a provocar el aumento de los niveles de vibración y la parada del equipo, el desequilibrio o desbalanceo y la desalineación. Cualquiera de estos dos modos de fallo pueden llegar a provocar el deterioro prematuro de los rodamientos, de los acoplamiento, de los cierres mecánicas y de otros elementos sensible a vibraciones de relativa baja frecuencia y alto desplazamiento, desembocando en paradas no previstas y, por tanto, repercutiendo en la producción de la planta.