De otro lado, el enfoque de la resiliencia no debe restringirse solamente a la caracterización de aquellas personas que, a pesar de vivir en condiciones desfavorables, se desarrollan exitosamente, se puede decir que la resiliencia hace parte de la condición humana ya que, si se parte del concepto de resiliencia de Grotberg que se fundamenta en ser la "capacidad humana universal para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas o incluso ser transformado por ellas"25, la resiliencia se encuentra en los escenarios públicos, privados e íntimos en los que se desenvuelve el sujeto diariamente, por lo que toda situación adversa o estresante que viva el ser humano en estos espacios trae inherentemente factores protectores, que básicamente se han fundamentado y fortalecido en el proceso de socialización y de interacción, y que llevan a superar esas situaciones dependiendo de los vínculos establecidos por parte de los agentes socializantes como la familia, los medios de comunicación, el grupo de pares, la escuela, así pues, "...todo ser humano posee el potencial resiliente... la resiliencia implica la presencia de recursos y la posibilidad de desarrollarlos para hacer frente a la adversidad y prevenir sus efectos devastadores...puede desarrollarse gracias a una serie de factores y procesos "protectores" que la sostienen"26