Este tipo de conductores, que se presenta fundamentalmente en bobinas, rollos o cajas, son especialmente delicados a los golpes y la intemperie, con lo que es fundamental que se manipulen adecuadamente. Si un cable se deteriora y no se detecta en el proceso de montaje, la vida útil del conductor quedará limitada, pudiéndose producir una avería en un corto espacio de tiempo