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¿PUEDEN SUS EMPLEADOS REALMENTE HABLAR LIBREMENTE?
A pesar de sus mejores…
¿PUEDEN SUS EMPLEADOS REALMENTE HABLAR LIBREMENTE?
A pesar de sus mejores intenciones, los gerentes tienden a callar a las personas.
Los líderes del pensamiento claramente luchan para que los empleados hablen, se puede hacer. A partir de la investigación, se pueden analizar las siguientes mejores prácticas:
4.- Suavizar las señales de poder: Si realmente desea obtener la verdad desde abajo, minimice su poder al comunicarse con los empleados.
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3.- Alcanzar: Solicitar comentarios de manera informal puede ser mucho más efectivo que simplemente estar abierto a ellos cuando se le presente.
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2.- Se transparente: Transparencia sobre la retroalimentación, los procesos pueden reducir la ansiedad y aumentar la participación.
7.- Cerrar el ciclo: Si no quiere que la gente piense que sus ideas fueron directamente al basurero, asegúrese de decirles qué hizo a continuación y qué pueden esperar como resultado.
1.- Hacer de la retroalimentación un intercambio regular y casual: Si solicita comentarios con frecuencia y mantiene las conversaciones cara a cara, compartir ideas se sentirá menos inquietante y más natural.
8.- Obtener: Las ideas que desea y necesita de sus empleados siempre será un desafío. Lo que marcará la diferencia es tomar medidas para asegurar a las personas que es seguro y vale la pena contribuir, sin importar dónde se sientan en la organización.
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Esta actitud de “¿por qué molestarse?” Se deriva y persiste debido a estos comportamientos de liderazgo:
2.- No está claro qué entrada desea: Si no especifica el tipo de información que está buscando, puede terminar descartando la mayoría de lo que las personas le dicen y enviar el mensaje de que es inútil que aporten ideas.
3.- No proporciona recursos para abordar los problemas: Dedicar recursos a recopilar ideas sin hacer compromisos, financieros o de otro tipo, para ver al menos algunos de ellos a buen término solo puede llevar a la sensación de que los comentarios de los empleados no cambiarán nada.
1.- No modelar la libre expresión: Cuando los propios líderes no son vocales, sus empleados toman nota.
En muchas organizaciones que hemos estudiado, la razón más importante para retener ideas y preocupaciones no era el temor, sino la creencia de que los gerentes no harían nada al respecto.
EL PROBLEMA
Los líderes tratan de facilitar que los empleados compartan ideas y preocupaciones, pero generalmente terminan haciendo lo contrario.
Eso es porque no logran abordar dos grandes obstáculos: el miedo a las consecuencias por hablar y una sensación de inutilidad.
LAS APUESTAS
Cuando las personas hablan libremente, la retención de empleados aumenta y también lo hace el desempeño financiero.
Cuando las personas se quedan en silencio, los errores y las malas decisiones continúan a buen ritmo, y muchas ideas inteligentes nunca ven la luz del día.
LAS SOLUCIONES
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Por ejemplo, solicite retroalimentación con regularidad para que no sea intimidante,
1.- Confiando en la retroalimentación anónima, por ejemplo:
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Sin darse cuenta, los líderes tienden a empeorar el problema con las siguientes prácticas:
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3.- Puede ser difícil abordar los problemas mientras se protege la identidad de las personas que los plantearon.
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Cuando las empresas prometen el anonimato, el subtexto es "No es seguro para compartir abiertamente sus puntos de vista en esta organización ".
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