En consecuencia, a través de la lectura y de la escritura, quienes acuden a las aulas adquieren algunos aprendizajes (dentro y fuera de la escuela), expresan sentimientos, fantasías e ideas, se sumergen en mundos de ficción, acceden al conocimiento del entorno físico y cultural y descubren que saber leer, saber entender y saber escribir es algo enormemente útil en los diversos ámbitos no sólo de la vida escolar, sino también de su vida personal y social.