Sistemas abiertos y sistemas cerrados: Desde el punto de vista de su vinculación con el entorno podemos clasificar a los sistemas en abiertos y cerrados. Los sistemas abiertos son los que están vinculados con su entorno (con su medio), con el que mantienen un permanente intercambio, este intercambio puede ser tanto de energía, de materia, de información, etc., como de residuos, de contaminación, de desorden, etc.
Un sistema cerrado es aquél que está totalmente aislado del mundo exterior, con el que, en consecuencia, no tiene ningún tipo de intercambio.