como lo injuriaban tanto por su pobreza como por la inutilidad de la filosofía, supo, por medio de la astrología, cómo sería la produción de aceitunas. Así, cuando aún era invierno, se procuró una pequeña cantidad de dinero, y depositó fianzas por todas las prensas de aceite de Mileto y de Quíos, arrendándolas por muy poco, puesto que nadie compitió. Cuando