En otros casos la conversación es singular por el hecho de que no está destinada a establecer un contacto, es un monólogo, a veces rápido, entretenido, pero a menudo astracto, inadecuado a la situación, en efecto, el enfermo no tiene en cuenta la situación, prosigue en voz alta una "ensoñación verbal", sin finalidad, sin contacto, sin intervención consciente. Las preguntas o las respuestas que se le hacen sirven como máximo de pretexto, jamás son verdaderos elementos de un intercambio