Un defensor de la autonomía universitaria fue Francisco Venanzi, quien declaro "La universidad autónoma, en su concepción mas pura, es un núcleo receptivo abierto a todos los profesores y alumnos capaces, cualquiera sea su postura ideológica, filiación política, raza, creencia o condición socioeconómica, un centro de debate que no solo admite sino que ve con beneplácito la discución de todas las corrientes del pensamiento universal".