La segunda etapa corresponde a la actividad desarrollada por la comunidad pospascual, la cual, no se queda en una mera repetición de las palabras del Maestro, sino que necesita hacerlas vivas y presentes. Está adaptación supuso: una adaptación lingüística, una adaptación cultural, una adaptación social y una adaptación eclesial, debido a las nuevas comunidades que tenían sus propios problemas. Las palabras de Jesús adquieren la misma autoridad que tenía las Escrituras y se les aplica las mismas técnicas de investigación a fin de adaptarlas para las nuevas situaciones que vivían. estás nuevas adaptaciones ponen en boca de Jesús actualizaciones de su mensaje que va más allá de lo que históricamente dijo.