ENSEÑAR LENGUA PARA APRENDER A COMUNICAR. Lomas,C 2006
La educación lingüística debe orientarse a favorecer el aprendizaje de las habilidades expresivas y comprensivas que hacen posible el intercambio comunicativo entre las personas.
PARA QUE ENSEÑAMOS LENGUA
COMPETENCIA COMUNICATIVA
Casi nadie niega ya algo tan obvio y de ahí el acuerdo que existe entre enseñantes, lingïstas y pedagogos sobre los objetivos comunicativos de la enseñanza de la lengua en la educación primaria y en la educación secundaria.
De igual manera, existe un cierto acuerdo entre quienes enseñan literatura sobre cuáles deben ser los objetivos de la educación literaria en las aulas de la enseñanza obligatoria: la adquisición de hábitos de lectura y las capacidades deanálisis de los textos, el desarrollo de la competencia lectora, el conocimiento de las obras y de los autores más significativos de la historia de la literatura e incluso el estímulo de la escritura de la intención literaria.
Sin embargo, cuando se habla o se escribe de cómo enseñar literatura en el contexto de una enseñanza obligatoria y sobre cómo acercar a loa adolescentes y a los jóvenes a la lectura y al disfrute de los textos lietrarios, ese acuerdo desaparece y en su lugar aparecen todo tipo de opiniones divergentes y una diversidad casi infinita de formas de entender (y de hacer) la educación literaria.
Cualquiera que haya enseñado litaratura en la enseñanza secundaria es consciente de como entre el profesorado conviven diferentes maneras de entender la educación literaria que se traducen en manerasdistintas de seleccionar los contenidos y los textos literarios, en maneras diversas de organizar actividades y, sobre todo, en el uso de métodos pedagógicos que en ocasiones aparecen como excluyentes.
En el caso del profesorado de Lengua y Literatura, es obvio que en la educación obligatoria y en el bachillerato de lo que se trata es que los alumnos y alumnas adquieran un conjunto de destrezas comunicativas (hablar, escuchar, leer, entender y escribir) que les permitan utilizar su lengua de una manera adecuada, eficaz competente en las diversas situaciones comunicativas de la vida cotidiana.
Sin embargo las cosas no son tan sencillas cuando se ponen en relación estos deseos con la realidad de lo que ocurre en las aulas de lenguaje y literatura.
Cuando un profesor(a) entran en el aula con la intención de que los alumnos aprendan (o aprendan a hacer) algunas cosas.
Porque, aunque casi siempre estamos de acuerdo en que el fin especial de la educación lingüística y literaria es la mejora de las destrezas comunicativas del alumnado, no siempre estamos de acuerdo sobre cómo contribuir de la manera más eficaz posible al logro de esos objetivos comunicativos.
A medida que nos vamos relacionando con otras personas, en contextos diversos, vamos adquiriendo y dominando los conocimientos lingüísticos y textuales, las destrezas comunicativas y las normas socioculturales que caracterizan los intercambios comunicativos en las diferentes situaciones de comunicación de la vida cotidiana.
La competencia comunicativa es un conjunto de conocimientos (socio) lingüísticos y de habilidades textuales y comunicativas que se van adquiriendo a los largo del proceso de socialización de las personas (dentro y fuera de la escuela).
Por ello, ponemos a disposición de nuestros lectores el artículo elaborado por Carlos Lomas, catedrático de educación secundaria y asesor de formación del profesorado en el Centro del profesorado y de Recursos de Gijón. En él, encontrarán una propuesta interactiva que no solo expone contenidos referidos a las competencias comunicativas y su clasificación exhaustiva, sino que también interpelará al receptor a través de preguntas que motiven la reflexión y una puesta en común acerca de los modos en que debe enseñarse la asignatura.
El documento presenta una estructura bastante clara. Comienza con una introducción en la cual se indaga en los cuestionamientos básicos que implica la enseñanza de este contenido, partiendo por las expectativas de los docentes al momento de iniciar su trabajo y, luego, contrastando esa disposición con la realidad de aula. Posteriormente, se plantean algunas interrogantes acerca del objetivo de enseñar lengua castellana. Las preguntas se van comentando y comparando con los resultados obtenidos en encuestas aplicadas a profesionales del área.
A partir de la situación descrita anteriormente creemos necesario que los maestros actualicen sus conocimientos y se nutran de miradas nuevas que complementen su quehacer pedagógico.
Uno de los grandes desafíos que enfrentan en la actualidad los docentes de la asignatura de Lengua Castellana y Comunicación es desarrollar y/o fortalecer en los estudiantes de enseñanza media la adquisición de habilidades comunicativas que les permitan ser hablantes y lectores competentes. Para ello, se realizan innumerables esfuerzos, tanto en la búsqueda de una metodología de trabajo innovadora y eficaz, como en la selección de textos que respondan a las expectativas de los jóvenes, con el propósito de orientarlos en su aprendizaje de la lengua y la literatura.
Con el fin de que aflore ideas que cada profesor tiene sobre la educación lingüística en la enseñanza, en formas tan diversas, de entender la selección de los contenidos lingüísticos, en las cosas tan diversas que se hacen en una u otra clase de lengua, en las características tan diferentes que suelen tener las actividades de aprendizaje y, por tanto, en la diversidad de los métodos de enseñanza y evaluación, da lugar a una verdad casi infinita de formas de hacer en las aulas que no son tanto la expresión del estilo personal de cada profesor como contribuir desde la educación lingüística y literaria a la mejora y al dominio de las habilidades de expresión y comprensión de mensajes orales y escritos de los alumnos y alumnas.
EDUCACIÓN LINGUISTICA
Conviene utilizar textos cuya textura formal o semántica facilite la comprensión de su significado
Diarios = transmisores de la realidad social.
La educación lingüística debe orientarse a favorecer el aprendizaje de las habilidades expresivas y comprensivas que hacen posible el intercambio comunicativo entre las personas.
Selección-relación co-textual- fuentes citadas
El objetivo esencial de la educación lingüística es la adquisición y mejora de los conocimientos, habilidades, actitudes y capacidades para desenvolvernos adecuada y competentemente en las diversas situaciones y con textos comunicativos de la vida cotidiana. Por ello, el aprendizaje lingüístico en las aulas no debe orientarse exclusivamente al conocimiento de los aspectos formales del código de una lengua, sino que, ante todo, debe contribuir al dominio de los diversos usos que hacemos del lenguaje como hablantes, oyentes, lectores y escritores de textos de distinta naturaleza e intención. Tanto la educación lingüística como la literaria deben favorecer el mayor grado posible de competencia comunicativa en el uso de esa herramienta de comunicación y contribuir al dominio de las destrezas lingüísticas más habituales (escuchar, hablar, leer, escribir).
La competencia comunicativa es, en este sentido, el eje pedagógico sobre el que conviene articular la educación lingüística en la enseñanza obligatoria. Para lograr este propósito, se hace necesario indagar sobre en qué medida contenidos del área de lenguaje reflejan la diversidad lingüística y cultural de las personas y de las sociedades, sobre cómo se valoran los diferentes usos de la lengua en la escuela, sobre cómo se combaten los prejuicios lingüísticos, sobre qué lugar ocupan en todo aprendizaje los usos lingüísticos y los significados culturales de los alumnos y de las alumnas y, en fin, sobre cómo es posible contribuir desde la educación lingüística a la adquisición y a la mejora de las competencias comunicativas de quienes acceden a las aulas de la escolaridad primaria y secundaria.
Más adelante, se expone de manera extensa en qué consiste una competencia comunicativa y cuáles son las subcompetencias que la integran, señalando las relaciones que se establecen entre dichas capacidades y los objetivos de aprendizaje de la asignatura.
Un tratamiento similar se da a los contenidos referidos a la enseñanza de la literatura, sin embargo, se inserta también una mirada cronológica respecto del modo en que se ha enseñado desde la Edad Media hasta nuestros días; concluyendo con la afirmación de que en la actualidad el foco debe estar puesto en enseñar a los jóvenes saber qué deben hacer con el libro y saber entender lo que leen de acuerdo con los itinerarios inscritos en el texto.
Finalmente, el autor da a conocer algunas orientaciones para abordar de manera sistemática y efectiva la enseñanza de la literatura en las aulas, propiciando el acercamiento de los estudiantes a la experiencia estética y a la adquisición y desarrollo de sus competencias.
En las últimas décadas la enseñanza del len- guaje ha experimentado un cambio radical en lo que se refiere a sus teorías, a sus métodos didácticos y a sus prácticas de enseñanza
Los enfoques comunicativos de la enseñanza de las lenguas insisten en la idea de que el objetivo esencial de la educación lingüística es el aprendizaje escolar de competencias comunicativas.
La tarea del profesorado hoy es más compleja que ayer ya que para enseñar en esta dirección no basta con tener una cierta formación gramatical sino que hay que utilizar otros saberes lingüísticos (pragmática, lingüística del texto, semiótica
Metodologías: frente a la clase magistral y a la calificación académica del texto elaborado por un alumno o una alumna hay que actuar como mediador e intervenir en el proceso de elaboración de los textos orales y escritos con estrategias de ayuda
En este contexto hay que tener en cuenta en todo momento que la adquisición de destrezas comunicativas y de actitudes de aprecio ante la Literatura es una tarea más difícil y lenta que enseñar un concepto gramatical o un hecho literario.
Cualquier aprendizaje escolar debe ser significativo y funcional, es decir, debe tener sentido para quien aprende y debe ser útil más allá del ámbito escolar.
Lomas hace referencia a los tres tipos de contenidos que debe abordar el maestro en su práctica docente. Presenta la naturaleza de los contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales y explica qué tipos de conocimientos adquieren los alumnos a través de la ejecución de estos por del docente. Por otra parte, los contenidos no deben plantearse al margen de los objetivos, las estrategias y actividades ni de los criterios de evaluación, es decir, como señale anteriormente, en la elaboración y desarrollo de la práctica docente, cada uno de estos componentes, deben ser coherentes entre sí.
“El objetivo esencial de la enseñanza de las lenguas y de la literatura es la adquisición y el desarrollo de la competencia comunicativa”