Ideal de caballero: el renacimiento crea un nuevo ideal de caballero. Este personaje debe reunir virtudes físicas, intelectuales y morales; debe ser proporcionado en sus facciones y en su cuerpo, ágil y fuerte a la vez, diestro en las armas y en la caballería, pero también hábil bailarín, cantor, músico; buen creador y crítico literario e ingenioso conversador.