Durante la Edad Media, la idea hacia la que se encaminaba el arte, consistió en una visión en torno al conocimiento de Dios y de su obra, con una interpretación de la vida como renuncia y preparación para la muerte y el Juicio Final Bíblico. El Renacimiento se orientará hacia una exaltación de la figura humana, la vida terrena, hacia los conceptos de belleza greco-latina y de interés por la Naturaleza, como un marco de desarrollo de la Humanidad, dónde las matemáticas se convierten en el primer auxiliar del arte, mediante la perspectiva y las técnicas del claroscuro, que se preocupa en fundamental el ideal de belleza.