En 1967, Egipto, que apoyaba la lucha palestina, pide a la ONU (que tenía tropas desplegadas para interponerse entre israelíes y egipcicios) que retire sus tropas de la Península del Sinaí, frontera con Israel, y tras retirarse la ONU, Egipto comienza a colocar las suyas. Por temor a sufrir una invasión egipcia, Israel atacó esta zona y comenzó el enfrentamiento contra una coalición árabe formada por Egipto, Siria, Irak y Jordania, conquistando durante la guerra los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania. Este hecho aumentó el sentimiento nacionalista de los palestinos, dando lugar a una serie de atentados, entre los que destaca los asesinatos de seis atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Munich en 1972.