A principios del año 1900, Walter Bradford Cannon (1871-1945), un fisiólogo y científico, propuso una teoría que explicaba el origen de las emociones. Realizó una serie de críticas a la teoría precedente y dominante del momento, la teoría periférica de James-Lange. Philip Bard (1898 - 1977), fisiólogo estadounidense, también se unió a la teoría de Cannon, y juntos formularon la teoría de Cannon-Bard.
Parte de un enfoque psicofisiológico. La emoción antecede a las conductas y prepara al organismo para realizar una respuesta de lucha o huida frente a situaciones ambientales de emergencia. Por ejemplo, “lloramos porque nos sentimos tristes”.
La emoción se produce antes que las respuestas fisiológicas. Después de la emoción y partir de ahí, se desencadena una reacción de alarma ante tales situaciones límite. Cannon y Bard plantean que el sujeto tenderá siempre a buscar el equilibrio y a adaptarse al medio a las situaciones. A Través de sus experimentos, hicieron énfasis en el papel del cerebro en la producción de respuestas y sentimientos fisiológicos. Dichos experimentos apoyaron sustancialmente su teoría de la emoción.
Consideraron la emoción como un acontecimiento cognitivo. Plantearon que todas las reacciones físicas son iguales para diferentes emociones, y, por lo tanto, que sobre la base de las señales fisiológica (únicamente) no podríamos distinguir unas emociones de otras.
Determinaron que la percepción de la emoción que despiertan los estímulos origina dos fenómenos: la experiencia consciente de la emoción y cambios generales fisiológicos. Se origina porque el tálamo envía sus impulsos al córtex cerebral y al hipotálamo.
Afirma que las experiencias emocionales conscientes, las reacciones fisiológicas y la conducta son eventos relativamente independientes. Tienen dos efectos excitatorios independientes., provocan el sentimiento de la emoción en el cerebro, y la expresión de la emoción en los sistemas nerviosos autónomo y somático.