Para trabajar con eficacia y eficiencia, las organizaciones recurren a tres tipos de administradores: gerentes de primera línea, gerencia media y alta gerencia, organizados en una jerarquía. Por lo regular, los gerentes de primera línea rinden cuentas a la gerencia media, y ésta a su vez rinde cuentas a la alta gerencia. Los administradores de cada nivel tienen responsabilidades distintas pero relacionadas, para aprovechar los recursos de la organización e incrementar su eficiencia y eficacia. Estos tres tipos de administradores se agrupan en departamentos (o funciones), de acuerdo con las responsabilidades específicas de su puesto.